MANIFIESTO COMPLETO

¿Cómo y cuándo surge el proyecto? ¿Qué ha sucedido para llegar a esta situación? ¿Cuánto dinero se ha invertido? ¿Qué beneficios traerá?

1.-ANTECEDENTES.

En el año 1999 el B.O.E. publicó el convenio suscrito entre el Ministerio de Educación y Cultura y la Comunidad Autónoma de Castilla y León,  por el que el Palacio de los Águila pasaba a estar adscrito al Museo Nacional del Prado. Tras ese convenio, se suceden diversos anuncios que señalan que dicho Palacio sería destinado a Centro de Gestión de Depósito del Museo del Prado. En el mismo se  desarrollaría la gestión del Programa Prado Itinerante, que incluiría la exposición pública de las obras que se restauraran en los talleres.

El 19 de febrero de 2000, “Mariano Rajoy, ministro de Educación y Cultura, firma en Ávila con Agustin Diaz de Mera, alcalde de la ciudad, y Alfredo Pérez de Armiñán, gerente de la Fundación Caja Madrid, el convenio de colaboración que permitirá que el palacio de los Águila se convierta en un centro adscrito al Museo del Prado. De acuerdo con la decisión del Real Patronato, el edificio se destinará a casa-museo albergando los fondos procedentes del legado de la duquesa de Valencia, y siendo sede de exposiciones temporales, cursos y actividades en relación con la Escuela del Prado. La Fundación Caja Madrid se hace cargo del desarrollo de los estudios previos y los proyectos para llevar a cabo el plan museográfico, así como de las labores de restauración y habilitación del edificio para su nuevo uso.” [Fuente: http://www.museodelprado.es/index.php?id=704]

Desde entonces, el proyecto ha sufrido demoras de toda índole, atribuibles a diferentes actores según los casos y los años. Esto ha llevado a diferentes políticos provinciales a afirmar que “nos estamos jugando el futuro cultural de la provincia”. En 2007, el actual presidente del gobierno, en visita electoral a la ciudad, según informaba la prensa local,  lamentó que el proyecto «siga parado» y asumió el compromiso de que en el caso de ganar las próximas elecciones lo impulsaría, porque «es un proyecto que me hace especial ilusión, porque lo impulsé durante mi etapa como ministro de Cultura».

Pero los años pasan y los gobiernos se suceden sin que los abulenses y los amantes del arte solo contemplen avances minúsculos, retrasos difícilmente comprensibles y reiterados anuncios de que el proyecto se verá desbloqueado en breve. Así, si inicialmente se había previsto que la obra pudiera estar concluida en 2005, tras los primeros retrasos se anunció que el fin de la rehabilitación del edificio sería en 2008. Sin embargo, en 2013, ocho años después, los abulenses seguimos esperando.

Finalmente, fruto de la dudosa gestión llevada a cabo hasta este momento y los múltiples incumplimientos en los plazos marcados, el pasado mes de mayo el Real Patronato del Museo del Prado aprobó un Plan de Actuación para el periodo 2013-2016 que “implica un giro en la tendencia a la expansión” del Museo. Como consecuencia, dentro del Capítulo 1 de ese Plan, dedicado a la “Estrategia Financiera 2013-2016”, se afirma rotundamente en su punto número 4 lo siguiente: “Replantear las actuaciones relacionadas con la creación del Centro de Gestión de Depósitos en Ávila.”

 

2.- INVERSIONES

Las obras de rehabilitación y acondicionamiento del Palacio de los Águila de Ávila para albergar el Centro de Gestión de Depósitos del Museo del Prado suponen, según se ha reiterado en numerosas ocasiones, una inversión de 10’8 millones de euros por parte del Ministerio de Cultura. Tras la primera paralización de las obras, se impidió que se concluyeran en 2005 como se había anunciado inicialmente. El Ministerio de Cultura afirmó en su día que para la última fase de rehabilitación y acondicionamiento del edificio se invertirían 4’6 millones de euros. Además, Mercedes del Palacio, subsecretaria del Ministerio de Cultura, durante su visita a las obras en 2011, anunció que una vez concluidas las obras en 2012, debería adjudicarse el equipamiento y el acondicionamiento de los jardines que estimaba en un millón de euros.

A día de hoy, la mayor parte de estas inversiones ya han sido realizadas, pues sólo la reanudación de las obras tras su paralización requirió de una partida de emergencia de más de 1’6 millones de euros. Por tanto, de no llevarse a término la infraestructura anunciada, el Palacio de los Águila dejaría de ser posible subsede del Museo del Prado para convertirse en un intolerable ejemplo más de derroche de los escasos recursos públicos.

 

3.- LA INFRAESTRUCTURA PROMETIDA.

Los planes de actuación del Museo del Prado, en los que se hablaba de  dicha subsede (2005-2008 y 2009-2012), indicaban que el edificio abulense estaría dedicado  al  Centro de Gestión de Depósitos del Museo Nacional del Prado y en él se atendería a la “gestión integral de las colecciones que el Prado tiene depositadas por distintas instituciones públicas del Estado español y sus representaciones diplomáticas en el extranjero”, más de 3.300 obras, así como a la “gestión del Programa de Exposiciones Itinerantes se centralizará en la Unidad de Exposiciones Itinerantes del Centro de Gestión de Depósitos de la Casa de los Águila en Ávila”. En 2011, la subsecretaria del Ministerio de Cultura anunció en su visita a las obras que, además de dichas funciones, en las salas del edificio “podrán contemplarse las exposiciones que el Museo del Prado tiene itinerantes».

Para cumplir los objetivos señalados, el proyecto prevé rehabilitar los 6.300 metros cuadrados que conformarán el Centro de Gestión de Depósitos del Museo del Prado, construir un nuevo edificio y acondicionar los jardines. En el palacio rehabilitado se ubicará una zona administrativa y otra expositiva que permitirá la realización de dos exposiciones simultáneas. Por su parte, en el edifico nuevo, que tendrá tres plantas, se situarán un “bunker” para almacenamiento de obras de arte en “peines”, diversas oficinas, el taller de restauración,  la zona de conservación de cuadros de gran tamaño y un espacio de consultas.

 

4.- BENEFICIOS

La instalación de la subsede del Museo del Prado en Ávila ofrecerá beneficios inmediatos tanto para el propio Museo como para la ciudad de Ávila. Según sus promotores, esta subsede contribuirá a “regenerar” al liberar espacios ocupados en la sede madrileña que podrán destinarse a otros fines de los que ahora cumplen, además  ayudaría  a desarrollar una gestión más eficaz del “Prado disperso”, que se traducirá de modo inmediato en una reducción de gastos. En segundo lugar, la apertura del espacio expositivo en Ávila permitirá la incorporación de varios miles de visitantes al año que contabilizarían como visitantes del Museo del Prado, permitiendo, por tanto, que éste redujera notablemente el número de los que piensa perder. Gran parte de estos “nuevos” visitantes, además, procederían del grupo de los asiduos que acudirían a esta subsede para contemplar obras escasamente expuestas hasta el momento.

Por otra parte, la ciudad de Ávila se vería notablemente beneficiada. La vinculación de la “marca” Museo del Prado con la ciudad, permitiría su inserción dentro de circuitos culturales internacionales convirtiéndola en un referente en ese ámbito que se incrementaría con las infraestructuras culturales ya existentes. En segundo lugar, la instalación de espacios administrativos y de talleres de conservación, así como el resto de las dependencias precisas, generaría un indeterminado número de puestos de trabajo que tanto precisa la ciudad.  Por último, la llegada de varios miles de personas cada año para contemplar las exposiciones del “Prado oculto”, contribuirían sin ninguna duda a la mejora de las condiciones económicas de la ciudad y al incremento de su calidad de vida.

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